domingo, 14 de noviembre de 2010

Prefacio


There's this girl in the mirror, I wonder who she is. I think I know her and sometimes I wish I did. There is a story in her eyes, lullabies, and goodbye. When she's looking back at me I can tell...she's hurting inside.

Would you be there for me?

Me desperté.

El dolor invadió mi cuerpo y este aumentaba cada vez mas y mas, en unos segundos pude sentir como las lagrimas rodaban mis mejías. No solo podía sentir ese dolor, sino también un sentimiento que jamás había sentido. Empecé a gritar, como jamás lo había hecho, mi padre llego unos minutos después preguntándose qué era lo que pasaba.  Me abrazaba y me decía que ese dolor ya iba a pasar, pero ni él ni nadie en toda la casa sabían que estaba sucediendo en ese momento, pero yo sí.  Estaba dando a luz.



Después de nueve meses toda la alegría acumulada explotó en un segundo, no sabía qué hacer. Mi padre había estado en contra de mi embarazo, porque creía que yo había manchado nuestro apellido al haber quedado embarazada, pero no fue así. Fue un accidente. Los accidentes pasan siempre, y no se sabe cuando pasarán.



El día anterior tuvimos una reunión con gente “importante”, según mi papá, y no me había quitado el maquillaje por las contracciones y el cansancio que había tenido. Mis ojos me ardían por las lágrimas del dolor y felicidad. No habían ni pasado diez minutos y mi mejor amiga ya estaba allí. Me trataba de quitar el maquillaje para que mis ojos no se infectaran, pero no lo logró. Estaba sudando y gritando, y me movía de un lado para otro en la cama.



En un abrir y cerrar de ojos, pude oír las sirenas de la ambulancia. Me costaba ver, tal cosa provocada por el maquillaje. No solo tenía que lidiar con el dolor de las contracciones, sino también con el ardor que sentía en mis ojos.  Las enfermeras trataron de quitarme el maquillaje para que nada empeorara. El aire no me llegaba a los pulmones, me costaba respirar, y lo que más tenía que hacer era respirar profundo.



El camino hacia el hospital duró un siglo, los minutos no pasaban. Íbamos rapidísimo, pero yo no lo sentía. Tardamos alrededor de siete minutos en llegar al hospital, y en esos siete minutos me pusieron oxígeno y me dijeron que era lo que iba a suceder y debía hacer. Mi amiga lloraba a mares de alegría, y yo, de dolor.



Ella no paraba de recordarme de cada Baby Shower que me hicieron y cada momento en que hablaba con ella sobre cómo me imaginaba al bebe. De cada piñata a la que fui invitada y de cada vez que miraba a los niños correr y saltar a los brazos de sus mamás al ver que ellas jugarían con ellos. De cómo me enteré de que estaba embarazada y de la alegría que tuve al momento en que me dijeron que sería niño.



Cada segundo de mi embarazo, ella estuvo ahí conmigo. Ella podría ser la segunda mama de mi hijo. No solo porque ella fue una de las que provocaron esto, si no porque ha estado apoyándome hasta el último segundo. 



Al llegar al hospital estuve en una habitación de emergencias mientras me ubicaban en una habitación más grande y adecuada para mí, o más bien, para mi papá. Todo debía ser perfecto para él. Mejor trabajo, mejor hija, mejor nieto, mejor hospital, mejor barrio para vivir, mejor esposo para mí. Siempre me dio todo lo que fuera mejor.



Al ubicarme en la habitación, me pusieron la anestesia local, ya que mis ojos ya se habían dilatado. Pensé que las contracciones iban a desvanecer después de la anestesia, pero no fue así. Sentí que una casa se derrumbaba sobre mí, y cada escombro de ella se posaba en mi espalda, despedazando cada vértebra. Una por una. Las contracciones seguían, y se hacían más fuertes cada vez.



Iba a tener a mi hijo en esa habitación. Mi padre no quería que mi hijo naciera en la sala de partos como cualquier otro niño. Aunque él había estado en contra de mi embarazo, sabía que, mínimo, un átomo de él quería a mi hijo, como el nieto perfecto.



Todo sucedió en un segundo. El doctor entró a la habitación para empezar el parto. Mis nervios sobrepasaron el límite. A partir de unos minutos, mi vida iba a cambiar por completo. Mi futuro ya estaría hecho y no habría marcha atrás. Mi mejor amiga empezó a llorar de la emoción y pude ver de reojo que a mi padre se le salieron las primeras lágrimas que no había derramado en más de 15 años. Mi hermano y mis primos entraron a la habitación para presenciar cuando mi bebe naciera.



Oía como el doctor gritaba “Puja”, con las enfermeras y mis familiares de coro. Todos gritaban al mismo tiempo, hasta que el doctor los callaba, pero cuando lo gritaban, no lo hacía, era algo que mi cuerpo respondía por sí solo. Lo único que podía hacer en ese momento, en ese preciso instante, era sentir nada más que un ardor y dolor que me recorría todo el cuerpo, de pies a cabeza, pero no podía quejarme por algo natural, por algo que yo había provocado. Eran las consecuencias de mis acciones.



Oí el llanto de MI bebé y cerré mis ojos.



Me levanté con la necesidad de ver a mi hijo. Todos estaban entretenidos. Mi padre leía un libro, mi hermano hablaba por teléfono, mi mejor amiga oía música y mis primos estaban jugando en la laptop. Nadie había notado que ya había despertado, pero solo notaba algo muy raro, todos estaban serios, nadie hablaba con nadie, nadie estaba emocionado por el bebe. El cuarto estaba lleno de flores, globos e incluso regalos. Había incluso en una mesa unas cartas para mí. Si no hacia un movimiento fuerte o decía algo nadie notaría que estaba despierta.



-¿Dónde está?  - Pregunté. Todos se quedaron sorprendidos al ver que estaba despierta y dejaron de hacer lo que estaban haciendo. Pude notar que se miraron unos a otros con preocupación y seriedad. Luego centré la mirada en mi padre y al ver sus ojos, note que algo andaba mal. Jamás respondieron a mi pregunta.


 
------------------------------------------------------------------------------
-----------------------------------
Esto era el prefacio o prologo, como lo quieran ver. 
No tenia inspiracion y me costo escribir..
Tuve que modificarlo como muchisimas veces :S
espero que les haya gustado.

Y Shumas: YA. YA LO SUBI.;) 

Bueno, ya no se que mas poner, asi que adios. (:
Gracias por leer;)

1 comentario:

  1. Hola Idiotiis!
    Estaba viendo tu blog y recorde cuanto me encanto y por qué no pude comentar en la entrada.
    Veras. En el momento que nos dijiste que ya lo habias publicado yo estaba en mi telefono, asi que hice un gran esfuerzo por leerlo,a si que si me quedo mas choca de lo que ya estoy.. es por tu fondo.

    Idiotis, sabes que ame esta entrada tantoo! O: Enseriooo! Es tan ufff y cuando se te va a ocurrir publicar otra vez? Mira que no te puedo recomendar en mis blogs si no tenes las entradas suficientes! ;) hahahahaha!

    ya sabes.. cualquier DUDA que tengas sobre blogger, me deciis te parece? jajaja

    TEAMO SHUMA ;3

    ResponderEliminar